martes, 10 de febrero de 2015

El Teatro como invitación

"Ne me quitte pas". Es una de esas cosas que das por hecho, es la más bonita canción de amor jamás escrita, punto.

Nunca me preocupé de ver en detalle la letra, y mi francés no es suficiente para entenderla sin prestarle atención.

Hace poco empecé a practicar francés.  Se levantó el velo...


Daba por hecho, no sé por qué, una letra dramática y bonita, pero no tan terrible. Es una canción que siempre me estremeció por la perfecta evolución de una arquitectura armónica milimetricamente ajustada para arrastrar el alma abajo, arriba, abajo...  y la verdad, creo que le puse la letra que me dio la gana porque era la historia que me contaban las armonías.

Creí que la canción empezaba lamentándose y suplicando como hacemos los amantes babosos, fallidos y traidores, en ese plan humillado, pero ni mucho menos tanto como lo hace en realidad. No me dejes, no me dejes...   Y juro que creí que luego decía "si no me dejas, el día será ..." y empezaba a hilvanar el tramo en acordes mayores, en el que salía el sol, ese sol que hay en París (tiene que ser en París, Bélgica no sirve), y el carrusel, los jardines, los barbapapás y una flor en el pelo, caricias en la hierba y luz, tanta luz... así que no me dejes, no me dejes, porque si no vuelvo a los acordes menores y las palabras lúgubres. Así sería más bien una Bossa Nova.

Pero no es una Bossa Nova. La letra es la cosa más terrible que he oído. Porque no es una súplica, es la más cobarde de las claudicaciones.



La canción es, tal cual, una autohumillación pública de Brel para lograr el perdón de su esposa, a la que intenta regresar para esconderse cuando huye de su amante, por no querer reconocer el hijo de la que está embarazado. La letra es fabulosa, y al mismo tiempo patética, insoportable para gente como yo.  Para los cobardes, para los rastreros, para los que demasiado tarde, demasiadas veces, se comportan como vulgares burgueses escogiendo lo correcto, sacrificando el corazón propio... y lo que es peor, el de la persona amada.

Todo para ser "la sombra de tu perro".


Romper el corazón.  De la persona amada.  
La persona amada.
Puede ser el sol de París, puede ser el de Bilbao. Y dudo que haya más sitios donde el acorde se vuelva mayor.


En realidad, me doy cuenta ahora... he aprendido francés, sólo para oír esta canción.

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